La flexibilización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, siempre que vaya acompañada de una desaceleración ordenada de la economía estadounidense, es positiva para los mercados emergentes (ME), especialmente aquellos con fundamentos económicos sólidos, como los del sudeste asiático. En varios mercados emergentes importantes, en particular en América Latina, la incertidumbre política podría mantener altas las primas de riesgo, lo que a su vez podría reducir la magnitud de los flujos de capital que reciben esas economías en relación con los ciclos anteriores de flexibilización de la Reserva Federal.